viernes, 13 de noviembre de 2015

Es hora de tomar el Timón

Si llevás el timón no podes remar”, se hace referencia a las diferencias e incompatibilidades entre comandar y ejecutar. El símil náutico se puede aplicar a la gestión de los clubes y gimnasios.


Remar es “trabajar en la empresa”, esto es, ejecutar. Llevar el timón es claro, “trabajar para la empresa”. La diferencia, aunque puede ser sutil, es sumamente importante. Trabajar para la empresa no es sólo dirigir en sentido estricto, es crear y potenciar las condiciones idóneas del equipo para que el gimnasio / club se desarrolle.


¿Dónde radica el problema? en querer realizar ambas acciones, remar y llevar el timón, trabajar en y para la empresa, ejecutar y dirigir. Acaso, es posible dirigir un restaurante y cocinar al mismo tiempo?

Una empresa de servicios, como lo es un gimnasio / club es, la mayoría de las veces, es fruto de la iniciativa de un profesional, que se convierte en emprendedor primero y empresario después. Pero, hasta que punto quiere ese profesional dejar de trabajar en lo técnico para convertirse en empresario, dejar de remar y pasar a llevar el timón?
Cuando un profesional monta su propio club o gimnasio decide comenzar un nuevo emprendimiento, busca un entorno mejor para desempeñar su propia profesión. Combinar tareas técnicas y de dirección en este ámbito resulta muy difícil, pero sobre todo, poco recomendable.


La solución está primero en ser conscientes de la necesidad de buscar alternativas, donde detectar el problema es el primer paso. Después, es necesario tomar una decisión acerca de si queremos ser empresarios y llevar el timón o ser técnicos y solo remar. En este último caso, deberemos reducir al máximo las necesidades de dirección de nuestro emprendimiento, expulsando de nuestra mente cualquier tentación de ahorrar costes asumiendo de manera directa algunas de las funciones propias de quién lleva el timón.

Otra cuestión que resulta afectada es el tamaño del club / gimnasio, entendido este en función del número de profesionales que lo forman. Aunque una empresa debe tener siempre un objetivo de crecimiento, acompañar la gestión de personas es incompatible con el hecho de brindar también el servicio técnico, como lo es una clase o entrenamiento. No se trata de trabajar por el modelo unipersonal, ni mucho menos, pero a medida que aumenta el número de personas a dirigir disminuye, en mucho mayor grado, el tiempo y la calidad para dedicar a la propia actividad técnico  Si las personas carecen de experiencia en el servicio que deben brindar se debe acompañar de cerca y capacitar + entrenar los procesos para llevar el negocio adelante.

Por supuesto, podría pensarse en otra solución de carácter radical: contratar un gerente que toda empresa necesita para que lleve el timón y nos permita dedicarnos a aquello que verdaderamente nos gusta, lo técnico.  Sin embargo, no se a cuantas personas les gustaría armar una emprendimiento y que lo dirija otro.

En resumen si tiene ganas de armar un club / gimnasio, trátelo como una empresa, plantee objetivos grupales y personales, acompañe a las personas de cerca y capacítese la gestión integral de su negocio.
 
“Es hora de tomar el timón”

Adrian Schiavello
@adrischiavello

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